Pobre mi papá si no llegaba... pero hasta que no le avisaron que él estaba allí ella no se apareció. Así es mi mamá. Y así dice que hay que ser. Desconfiada. Tanto, que aplicó su propio dicho en la vida real...
A veces me gustaría ser un poco más como ella, en cuanto a carácter, tener nervios de acero y plantarme más en algunas cosas...
Pero en este tema no puedo ser asÍ. Yo confío en la gente y creo en lo que me dicen. Odio las mentiras y he sufrido al chocar de frente con algunas. Muchas veces mi intuición me lleva a adivinar cosas, pero prefiero esperar a que me las digan, o preguntar calmadamente antes de andar desconfiando de todo el mundo.
Creo, muy a diferencia de mi mamá, que una relación se basa en la confianza y en lo que uno comparte, sin necesidad de andar a la defensiva y ocultando cosas. Otra vez se me sale lo transparente y lo buena gente... Pero tener confianza tampoco es ser tonta.
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