lunes, agosto 24, 2009

Si uno no quiere, dos no pelean...




Así de simple. Últimamente se me ha salido mucho esta frase que nos soltaba mi mamá cuando estábamos pequeños y nos veía discutiendo a mis hermanos y a mí... Y le decía a uno o a otro: No le dé gusto de que lo ponga bravo... "Si uno no quiere, dos no pelean". Y así se resolvía el conflicto por un juguete, un libro, cambiar el canal de TV, unos sorbetos, o por cualquier otra tontera de las que uno se enoja cuando está "chiquitillo".
Pero la verdad esta frase aplica para casi todo... Al derecho y al revés. Si una no quiere, dos personas no tienen por qué pelearse. Si dos si quieren, pues pleito habrá. Ahora mi variación: Si uno no quiere, dos no se quieren... y si los dos quieren, se quieren. Porque el quererse es algo recíproco, en dos direcciones, no unidireccional.
¿Qué he aprendido? Que cuando uno no quiere, por más que la otra parte insista, espere, anhele, sueñe, rece, desee, ame y quiera... Cuando uno de los dos no quiere de corazón, no hay nada que hacer...

1 comentario:

Edward dijo...

Nane, creo que hay una escena en "Adaptation" en la creo desde que la vi. Quizás no es algo fácil de asumir cuando uno no está bien, pero pensándolo un poco tiene su lógica, basada en el amor propio, eso sí. Te copio (sorry, es larga):

"Charlie Kaufman: There was this time in high school. I was watching you out the library window. You were talking to Sarah Marsh.
Donald Kaufman: Oh, God. I was so in love with her.
Charlie Kaufman: I know. And you were flirting with her. And she was being really sweet to you.
Donald Kaufman: I remember that.
Charlie Kaufman: Then, when you walked away, she started making fun of you with Kim Canetti. And it was like they were laughing at *me*. You didn't know at all. You seemed so happy.
Donald Kaufman: I knew. I heard them.
Charlie Kaufman: How come you looked so happy?
Donald Kaufman: I loved Sarah, Charles. It was mine, that love. I owned it. Even Sarah didn't have the right to take it away. I can love whoever I want.
Charlie Kaufman: But she thought you were pathetic.
Donald Kaufman: That was her business, not mine. You are what you love, not what loves you. That's what I decided a long time ago.